Si eres un contribuyente obligado y no emites facturas electrónicas, podrías enfrentar sanciones administrativas y fiscales. Entre estas sanciones se incluyen:
- Multas económicas.
- Suspensión temporal del Registro de Contribuyentes.
- Pérdida de beneficios fiscales.
- Revisión fiscal intensiva.
Además, los documentos fiscales no electrónicos no serán válidos para efectos legales ni deducibles para el cliente.